EL SABIO NATURISTA FORTUNATO L. HERRERA.
Escribe: Julio Antonio Gutiérrez Samanez
Fortunato Luciano Herrera Garmendia, es sin duda, el más prominente naturalista cusqueño del siglo XX. Nacido el 13 de Diciembre de 1873, ingresó a nuestra primera casa de estudios en 1895 y estudió en la sección de Ciencias. En el año 1897 estuvo entre los fundadores del famoso “Centro Científico del Cusco”, junto al prefecto de ese entonces, don Pedro José Carrión; el sabio médico Dr. Antonio Lorena, el explorador Luis María Robledo, el abogado, quechuista e historiador Dr. José Lucas Caparó Muñiz; el notable matemático Dr. Eusebio Corazao y otros.
A través del Boletín del Centro Científico, Herrera publicó sus primeros trabajos sobre Botánica; pero, al mismo tiempo en su “Ensayo Etnográfico de una rama de la Raza Quechua”, publicado en 1902, con el título de “Chinchereños” el Dr. Herrera realizó estudios antropológicos de los habitantes de Chinchero, sacando datos estadísticos de las medidas antropométricas y constatando “in situ”, por otra parte, la desmedida explotación y abuso a que era sometido el indígena, hecho que no dudó en denunciar. Su inquietud científica lo llevó de este modo, a interesarse también en las ciencias sociales, realizando investigaciones en el campo de la historia, la antropología y la arqueología.
Hasta aquí los informes desprendidos del Libro “Historia del Indigenismo Cusqueño”, del Dr. José Tamayo Herrera.
Por su parte el Dr. Luis E. Valcárcel, en sus célebres “memorias”, señala: “…otro de los verdaderos hombres sabios del Cusco de principios de siglo fue Fortunato L. Herrera, quien a pesar de haberse graduado en ciencias naturales, desde muy joven se dedicó a los estudios de carácter social…” –en otro acápite dice: “… Herrera debe ser considerado como el primer botánico peruano, como estudioso de la flora peruana, es junto con Weberbauer, una de las personalidades científicas más notables en este campo. Ha escrito mucho sobre el tema, sin circunscribirse a la descripción de la flora de nuestra serranía, sino que señala las propiedades de las respectivas plantas e indica sus posibles usos. Herrera –continua Valcárcel- pertenecía a una antigua familia cusqueña, era sobrino nieto de don Ramón Herrera, Presidente del Estado Sur Peruano en la época de la confederación Peruano-Boliviana. Era un hombre simpático, suave de carácter y poco hablador. Usaba unos anteojos característicos pues era miope. Cuando estaba con sus amigos se expandía alegremente, pero en general era callado, era modesto y bastante tímido. Cuando paso de los 50 años caminaba un poco inclinado aparentando más edad de la que tenía, era bajo y su andar así lo produjo una relativa joroba”, hasta aquí lo dicho por el Dr. Valcárcel.
El Dr. Herrera había sido profesor de matemáticas de mi padre en el Colegio de Ciencias, el cuenta que le decían “El chapito” (barbudito), porque usaba bigotes.
El sabio Fortunato L. Herrera fue incorporado a la Universidad en 1909, y en su larga carrera de docente llegó a ser Rector entre los años de 1929 a 1939.
Fue Director de la Sección Histórica en el Museo Nacional de Lima, y se cuenta que escribió biografías de los botánicos peruanos y extranjeros que estudiaron, como él, la flora peruana.
SUS OBRAS
Con el estudio “Altitudes de los lugares notables del Departamento del Cusco”, publicado en “La Sierra” Nº 3 y 4 de Agosto de 1910, contribuyó al conocimiento de la geografía y orografía regionales, recopilando y promediando observaciones de diferentes científicos como Raymondi, Nystrom, Dueñas, Von Hazle, Carvajal, Penthand, etc., para altitudes de los centros poblados, capitales de provincias y distritos, así como de los nevados y montañas más elevados.
En el número 6 de la “Revista Universitaria”, 1913, publicó un estudio a cerca de la fundación de la Universidad. Con el prólogo del sabio Federico Villareal, publicó en esos años el estudio “Coordenadas Geográficas de la ciudad del Cusco”, otros trabajos son:
“Estudios Geográficos en el departamento”, Rev. Univ. Nº 12. 1915.
“Contribución a la Flora del Departamento del Cusco”. Publicado en 1920.
“Plantas alimenticias Indígenas Cultivadas en el Departamento”. Rev. Univ. Nº 35 Agosto 1921.
“flora de los alrededores de la ciudad del Cusco. Rev. Mundial Lima 1924.
“Sinonimia científica y vulgar de algunas plantas cusqueñas”. Rev. La Sierra Nº 11. 1925.
“Chloris Cuzcoensis”. Libro publicado en 1926, obra cumbre de nuestro ilustre naturalista, en la que sintetiza sus conocimientos botánicos dando su nombre “Herrerae” en Latín, a muchas especias vegetales.
“Cactaceae Cuzcoense”. Rev. Univ. 1929.
“Vegetación de la Costa Peruana. Rev. Univ. 1930.
“Plantas que curan y plantas que matan”. Rev. Univ. 1938.
“Garcilaso, precursor de los estudios botánicos en el Cusco”. Rec. Univ. 1939.
“Catálogo alfabético de los nombres vulgares y científicos de las plantas que existen en el Perú”. Publicado por la Universidad de San Marco 1919.
“Clasificación de los nombres simples de plantas en el Quechua del Cusco”. Rev. Univ. 1941.
Exploraciones Botánicas realizadas en el Alto Amazonas. Rev. Univ. 1942.
Esta es, a grandes rasgos, la vida y obra del Dr. Fortunato L. Herrera, quien falleció en la ciudad de Lima el 13 de abril de 1945, sus restos no fueron traídos a su ciudad natal.
La Universidad Nacional del Cusco publicó un número entero de su Revista en homenaje al Dr. Herrera en 1944, pero la publicación apareció ya en 1945, cuando el sabio había fallecido. En este número, le rinden homenaje los continuadores de su obra: El Dr. César Vargas y los científicos Dr. Goodspeed de la Universidad de Berkeley, California EE.UU; el Dr. B. Y. Morrison del Departamento de Agricultura, Washington EE.UU.; el Dr. Charles Schweinfurth del Museo Botánico de la Universidad de Harvard, el Dr. Albert W. Herre, del Museo Botánico de la Universidad de Stanford, California EE.UU. y muchos otros científicos amantes de la ciencia de Linneo.
(Visite www.kutiry.org)
Fortunato Luciano Herrera Garmendia, es sin duda, el más prominente naturalista cusqueño del siglo XX. Nacido el 13 de Diciembre de 1873, ingresó a nuestra primera casa de estudios en 1895 y estudió en la sección de Ciencias. En el año 1897 estuvo entre los fundadores del famoso “Centro Científico del Cusco”, junto al prefecto de ese entonces, don Pedro José Carrión; el sabio médico Dr. Antonio Lorena, el explorador Luis María Robledo, el abogado, quechuista e historiador Dr. José Lucas Caparó Muñiz; el notable matemático Dr. Eusebio Corazao y otros.
A través del Boletín del Centro Científico, Herrera publicó sus primeros trabajos sobre Botánica; pero, al mismo tiempo en su “Ensayo Etnográfico de una rama de la Raza Quechua”, publicado en 1902, con el título de “Chinchereños” el Dr. Herrera realizó estudios antropológicos de los habitantes de Chinchero, sacando datos estadísticos de las medidas antropométricas y constatando “in situ”, por otra parte, la desmedida explotación y abuso a que era sometido el indígena, hecho que no dudó en denunciar. Su inquietud científica lo llevó de este modo, a interesarse también en las ciencias sociales, realizando investigaciones en el campo de la historia, la antropología y la arqueología.
Hasta aquí los informes desprendidos del Libro “Historia del Indigenismo Cusqueño”, del Dr. José Tamayo Herrera.
Por su parte el Dr. Luis E. Valcárcel, en sus célebres “memorias”, señala: “…otro de los verdaderos hombres sabios del Cusco de principios de siglo fue Fortunato L. Herrera, quien a pesar de haberse graduado en ciencias naturales, desde muy joven se dedicó a los estudios de carácter social…” –en otro acápite dice: “… Herrera debe ser considerado como el primer botánico peruano, como estudioso de la flora peruana, es junto con Weberbauer, una de las personalidades científicas más notables en este campo. Ha escrito mucho sobre el tema, sin circunscribirse a la descripción de la flora de nuestra serranía, sino que señala las propiedades de las respectivas plantas e indica sus posibles usos. Herrera –continua Valcárcel- pertenecía a una antigua familia cusqueña, era sobrino nieto de don Ramón Herrera, Presidente del Estado Sur Peruano en la época de la confederación Peruano-Boliviana. Era un hombre simpático, suave de carácter y poco hablador. Usaba unos anteojos característicos pues era miope. Cuando estaba con sus amigos se expandía alegremente, pero en general era callado, era modesto y bastante tímido. Cuando paso de los 50 años caminaba un poco inclinado aparentando más edad de la que tenía, era bajo y su andar así lo produjo una relativa joroba”, hasta aquí lo dicho por el Dr. Valcárcel.
El Dr. Herrera había sido profesor de matemáticas de mi padre en el Colegio de Ciencias, el cuenta que le decían “El chapito” (barbudito), porque usaba bigotes.
El sabio Fortunato L. Herrera fue incorporado a la Universidad en 1909, y en su larga carrera de docente llegó a ser Rector entre los años de 1929 a 1939.
Fue Director de la Sección Histórica en el Museo Nacional de Lima, y se cuenta que escribió biografías de los botánicos peruanos y extranjeros que estudiaron, como él, la flora peruana.
SUS OBRAS
Con el estudio “Altitudes de los lugares notables del Departamento del Cusco”, publicado en “La Sierra” Nº 3 y 4 de Agosto de 1910, contribuyó al conocimiento de la geografía y orografía regionales, recopilando y promediando observaciones de diferentes científicos como Raymondi, Nystrom, Dueñas, Von Hazle, Carvajal, Penthand, etc., para altitudes de los centros poblados, capitales de provincias y distritos, así como de los nevados y montañas más elevados.
En el número 6 de la “Revista Universitaria”, 1913, publicó un estudio a cerca de la fundación de la Universidad. Con el prólogo del sabio Federico Villareal, publicó en esos años el estudio “Coordenadas Geográficas de la ciudad del Cusco”, otros trabajos son:
“Estudios Geográficos en el departamento”, Rev. Univ. Nº 12. 1915.
“Contribución a la Flora del Departamento del Cusco”. Publicado en 1920.
“Plantas alimenticias Indígenas Cultivadas en el Departamento”. Rev. Univ. Nº 35 Agosto 1921.
“flora de los alrededores de la ciudad del Cusco. Rev. Mundial Lima 1924.
“Sinonimia científica y vulgar de algunas plantas cusqueñas”. Rev. La Sierra Nº 11. 1925.
“Chloris Cuzcoensis”. Libro publicado en 1926, obra cumbre de nuestro ilustre naturalista, en la que sintetiza sus conocimientos botánicos dando su nombre “Herrerae” en Latín, a muchas especias vegetales.
“Cactaceae Cuzcoense”. Rev. Univ. 1929.
“Vegetación de la Costa Peruana. Rev. Univ. 1930.
“Plantas que curan y plantas que matan”. Rev. Univ. 1938.
“Garcilaso, precursor de los estudios botánicos en el Cusco”. Rec. Univ. 1939.
“Catálogo alfabético de los nombres vulgares y científicos de las plantas que existen en el Perú”. Publicado por la Universidad de San Marco 1919.
“Clasificación de los nombres simples de plantas en el Quechua del Cusco”. Rev. Univ. 1941.
Exploraciones Botánicas realizadas en el Alto Amazonas. Rev. Univ. 1942.
Esta es, a grandes rasgos, la vida y obra del Dr. Fortunato L. Herrera, quien falleció en la ciudad de Lima el 13 de abril de 1945, sus restos no fueron traídos a su ciudad natal.
La Universidad Nacional del Cusco publicó un número entero de su Revista en homenaje al Dr. Herrera en 1944, pero la publicación apareció ya en 1945, cuando el sabio había fallecido. En este número, le rinden homenaje los continuadores de su obra: El Dr. César Vargas y los científicos Dr. Goodspeed de la Universidad de Berkeley, California EE.UU; el Dr. B. Y. Morrison del Departamento de Agricultura, Washington EE.UU.; el Dr. Charles Schweinfurth del Museo Botánico de la Universidad de Harvard, el Dr. Albert W. Herre, del Museo Botánico de la Universidad de Stanford, California EE.UU. y muchos otros científicos amantes de la ciencia de Linneo.
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